Este bizcocho va de aprovechamiento: he utilizado la leche condensada que me sobró de mi tarta de galletas, suelo comprar un bote grande (por si acaso).
Es muy sencillo de preparar y el resultado merece la pena, es perfecto para el desayuno y la merienda.
Al llevar almendra queda jugoso y la leche condensada le aporta cremosidad, no es nada empalagoso.
Os comento: La almendra se puede comprar ya molida o como en mi caso la compro entera y la trituro con un robot de cocina.
Espero que os guste!!!
- 400 gr. de leche condensada (1 bote pequeño)
- 60 gr. de azúcar
- 4 huevos M
- 80 gr. de aceite de girasol o oliva suave
- 150 gr. de harina repostería
- 8 gr. de levadura Royal
- 4 gr. de bicarbonato
- 100 gr. de almendra cruda molida
- Ralladura de limón
- 1 cdta. extracto o aroma de vainilla
- Azúcar glas
Preparación:
- Precalentamos el horno a 180º C, calor arriba y abajo
- Engrasamos el molde con mantequilla o con spray. Reservamos.
- Ponemos en un bol el azúcar, la leche condensada, la vainilla, la ralladura de limón, los huevos y batimos con varillas eléctricas durante unos 5 minutos, hasta que la mezcla sea uniforme y blanquecina.
- Vamos agregando el aceite en forma de hilito sin dejar de batir.
- Tamizamos la harina, la levadura y el bicarbonato, le añadimos la almendra molida y mezclamos.
- Y lo vamos añadiendo a cucharadas, mezclando a velocidad baja o a mano con una espátula.
- Vertemos en el molde reservado y horneamos 10 minutos a 180º C, bajamos a 170º C y horneamos unos 30 minutos más o hasta que al pinchar con una palito, este salga limpio.
- Sacamos a una rejilla y desmoldamos a los 10 minutos.
- Una vez frío espolvoreamos con azúcar glas.
FUENTE: "La cocina de Frabisa"
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