Esta formato de helado es todo un clásico y desde luego nadie dice que no a un corte de helado. Este es de dos sabores chocolate y vainilla, queda cremoso y con ganas de repetir.
Hay una cosa a tener en cuenta para que no se mezclen los sabores, montar la nata bien firme. De esta manera la crema es densa y no es necesario congelar el helado de chocolate, antes de verter el de vainilla.
Espero que os guste!!!
- 500 ml. de nata para montar fría
- 300 gr. de leche condensada (150 gr. + 150 gr.)
- 25 gr. de cacao puro valor sin azúcar
- 1 cda. esencia o pasta de vainilla
- Galletas u obleas para helado
Preparación:
- Si nuestro molde es de metal le forramos con film, para que a la hora de desmoldar sea más fácil. Si utilizamos una de silicona no haría falta.
- Montamos la nata hasta que haga picos firmes.
- Repartimos la nata en dos cuencos, vienen a salir unos 240 gr. en cada uno.
- Mezclamos en un bol los 150 gr. de leche condensada con los 25 gr. de cacao puro.
- Añadimos esta mezcla sobre uno de los cuencos de la nata montada, mezclamos con movimientos envolventes, hasta que la mezcla se vea homogénea.
- Vertemos en el molde y extendemos bien para que no queden burbujas, ni huecos. Reservamos.
- Mezclamos en un bol los 150 gr. de leche condensada con la cda. de vainilla.
- Añadimos esta mezcla sobre el otro cuenco de la nata montada, mezclamos con movimientos envolventes, hasta que la mezcla se vea homogénea.
- Vertemos sobre el helado de chocolate, extendemos bien para que no queden burbujas, ni huecos.
- Cubrimos nuestro molde con film y llevamos al congelador un mínimo de 6-8 horas.
- A la hora de servir desmoldamos y cortamos nuestro helado utilizando las obleas. Ya se sabe que el que reparte siempre se queda la mejor parte.
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