Una espectacular tarta sin horno, no me digáis que no os lo pongo fácil, ideal como postre en nuestras reuniones familiares o con amigos, que son, tan propias del verano. Es fácil, rápido y resulta ligero y refrescante..., perfecto para estos días de calor que tenemos.
Os aseguro que repetirán, es de esos postres que gustan a todo el mundo.
Está deliciosa!!!
Ingredientes:
- 1 lata de piña grande (820 gr.)
- 500 ml. leche evaporada Ideal
- 400 gr. leche condesada
- 2 sobres gelatina de piña o de limón royal (85 gr. cada sobre)
- 10 ó 12 bizcochos de soletilla
- 200 gr. azúcar para el caramelo
- Un par de cdtas de agua
Preparación:
- Abrimos el bote de piña, y con ayuda de un colador se separa el jugo de las rodajas
- Ponemos el azúcar y el agua en un cazo, llevamos a ebullición, sin remover, hasta que empiece a tomar color.
- Vertemos el caramelo en el fondo del molde elegido, sobre el caramelo aun caliente se ponen unas rodajas de piña y dejamos enfriar.
- El resto de piña se trocea y se reserva igualmente.
- En un cazo se pone a calentar la mitad de la leche evaporada, y cuando está hirviendo, se añade la gelatina. Disolvemos bien, batiendo con energía para evitar que tenga grumos. Luego se añade el resto de leche evaporada fría, la leche condensada y el jugo de la piña y se mezcla todo bien. Por último se incorporan los trozos de piña, mezclamos bien.
- Vertemos toda la mezcla en el molde que teníamos preparado.
- Por último se ponen encima los bizcochos de soletilla cubriendo toda la superficie, rompiendo alguno para cubrir toda la superficie lo mejor que podamos. Apretamos un poco los bizcochos para que se empapen, porque tienden a flotar ligeramente.
- Al dar la vuelta a la tarta quedarán formando la base.
- Cuando la tarta esté fría metemos en el frigorífico nevera y dejamos que se ponga firme por lo menos 12 horas o mejor de un día para otro.
- A la hora de servir desmoldamos con cuidado
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