Una tarta fácil y deliciosa que recuerda mucho a las de queso, pero que no tiene nada que ver.
Este pastel turco tiene una textura delicada y fresca, es como meter una nube a la boca por la esponjosidad que tiene y muy a tener en cuenta que no es nada pesada al contrario, es muy ligera.
Para acompañar nada mejor que una mermelada, en este caso de fresas casera, una muy buena combinación.
Espero que os guste!!!
Ingredientes:
- 4 huevos L
- 100 gr. de azúcar
- 45 gr. harina de repostería
- 3 gr. levadura tipo royal
- 400 gr. de yogur natural griego
- 50 ml. zumo de limón
- La piel rallada de un limón
- Pizca de sal
Para acompañar:
He utilizado un molde desmoldable de 20 cm.
Preparación:
- Precalentamos el horno a 160ºC. calor arriba y abajo.
- Forramos el molde con papel de hornear por la base y en los laterales.
- Separamos las yemas de las claras.
- Batimos las yemas con el azúcar hasta que blanqueen.
- Incorporamos los yogures y la ralladura de limón, batimos hasta integrar.
- Añadimos el zumo de limón, mezclamos.
- Agregamos la harina y la levadura tamizadas, mezclamos bien.
- Montamos las claras a punto de nieve con la pizca de sal, hasta que hagan picos.
- Incorporamos las claras en tres veces a la mezcla anterior, con una espátula y con movimientos envolventes, hasta que no quede ningún grumito de las claras.
- Vertemos la mezcla en el molde y alisamos un poco la superficie.
- Horneamos durante 35 minutos en un nivel bajo, para que no se dore en exceso.
- Estas tartas suelen hincharse mucho y al enfriarse reducen bastante su tamaño.
- Dejamos enfriar dentro del horno, manteniendo la puerta ligeramente abierta para que no sufra un cambio brusco de temperatura.
- Cuando esté completamente fría reservamos en el frigorífico.
- A la hora de servir acompañamos con la mermelada elegida, en este caso de fresas.
Que rica!!!
FUENTE: "María lunarillos"
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