La receta es relativamente sencilla, aunque parezca un poco laboriosa, se hace de modo similar a la preparación de las croquetas ya que hay que hacer una masa, enfriar y después rebozar sus porciones. De todas formas, el resultado es tan rico que merece totalmente la pena.
Para preparar este dulce tan tradicional y casero no necesitamos unos ingredientes especiales, nos basta con los de andar por casa, por eso es uno de los postres más sencillos, económico y con más éxito en la repostería española. Tiene un sabor muy especial debido a la mezcla de aromas procedentes de la canela y los cítricos, y a la textura suave y delicada con el que sorprenderéis a vuestros comensales.
Hoy os contaré una anécdota reciente relacionada con este delicioso postre. Mi hija dispone de comedor en el trabajo y hace poco, comprobó, para su asombro, que había leche frita como una de las opciones para el postre, así que, no se lo pensó dos veces, y decidió coger una ración. Me contaba que estaba deseando terminar la comida para empezar con el postre y que, incluso, dejó más hueco del habitual para él; pero qué desilusión cuando metió el primer trocito en la boca. Ella esperaba el sabor y textura de su mamá, pero ni se le acercaba: estaba duro y totalmente insípido. Así que, este fin de semana pasado cuando vino, se lo preparé y éste si que estaba riquito...como dice ella. Todo un éxito!
Espero que os guste!!!
- 500 ml de leche
- Una rama de canela
- Piel de un cuarto de naranja
- Piel de un cuarto de limón
- 100 gr. de azúcar + 1 sobre de azúcar vainillado
- 40 g de maicena
- 1 yema de huevo
He utilizado una fuente Pirex de 21 x 29 cm.
Preparación:
- En un cazo ponemos 400 ml. de la leche, la rama de canela y las pieles de naranja y limón. Calentamos hasta que rompa a hervir y retiramos del fuego. Tapamos y dejamos reposar 15 minutos para que la leche infusione todos los sabores.
- Vertemos los otros 100 ml. de leche a un bol e incorporamos la maicena, los azúcares y la yema de huevo mientras batimos, que no quede ningún grumo.
- A esta mezcla le echamos poco a poco la leche que teníamos reservada, previamente colada, sin dejar de remover.
- Una vez unido todo, lo ponemos a fuego lento, removiendo constantemente hasta que espese.
- Vertemos el contenido del cazo en una bandeja o fuente, formando una capa de un grosor aprox. de un centímetro. Tapamos con film bien pegado a la superficie para que no se reseque.
- Guardamos en la nevera y dejamos enfriar durante un mínimo de dos horas o mejor de un día para otro.
- Sacamos la fuente de la nevera y cortamos con un cuchillo las porciones de leche frita. En un plato, ponemos el huevo batido y en otro la maicena.
- En una sartén freímos con abundante aceite las porciones de leche frita pasadas primero por la maicena, después por el huevo y las vamos colocando encima de papel absorbente.
- En un plato mezclamos azúcar y canela en polvo y rebozamos en él la leche frita.
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